miércoles, 29 de agosto de 2007

Los siguientes textos son extracciones que hemos realizado para que al lector interesado le resulte más fácil caminar por los mismos caminos que nosotros hemos caminado antes.


1. Introducción: conciencia del ser y del lugar.
2. Contenido: formas básicas, eco-ready made, libertad creativa.
3. Historia: paleolítico, minimal, land art, street art, obra abierta.
4. Práctica: el arte es mímesis.

1. Introducción: CONCIENCIA DEL SER Y DEL LUGAR

En lo que sigue intentamos pensar sobre el habitar y el construir. Este pensar sobre el construir no tiene la pretensión de encontrar ideas sobre la construcción, ni menos dar reglas sobre cómo construir.
Heidegger

En el modo de tener, los estudiantes sólo tienen una meta: retener lo "aprendido". Con este fin lo depositan firmemente en su memoria, o lo guardan cuidadosamente en sus notas. No deben producir ni crear algo nuevo. De hecho, los individuos del tipo de tener se sienten perturbados por las ideas o los pensamientos nuevos acerca de una materia, porque lo nuevo los hace dudar de la suma fija de información que poseen. Desde luego, para quien tener es la forma principal de relacionarse con el mundo, las ideas que no puede definir claramente (o redactar) le causan temor, como cualquier cosa que se desarrolla y cambia y que no puede controlarse.

TENER Y SER
Erich Fromm


La naturaleza está siempre ahí. Se sostiene a sí misma. En ella, en la selva, podemos impunemente ser salvajes. Podemos, inclusive, resolvernos a no dejar de serlo nunca, sin más riesgo que el advenimiento de otros seres que no lo sean. Pero, en principio, son posibles pueblos perennemente primitivos. Los hay. Breyssig los ha llamado "los pueblos de la perpetua aurora", los que se han quedado en una alborada detenida, congelada, que no avanza hacia ningún mediodía.

Esto pasa en el mundo que es sólo naturaleza. Pero no pasa en el mundo que es civilización, como el nuestro. La civilización no está ahí, no se sostiene a sí misma. Es artificio y requiere un artista o artesano. Si usted quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización, pero no se preocupa usted de sostener la civilización..., se ha fastidiado usted. En un dos por tres se queda usted sin civilización. ¡Un descuido, y cuando mira usted en derredor, todo se ha volatilizado! Como si hubiese recogido unos tapices que tapaban la pura naturaleza, reaparece repristinada la selva primitiva. La selva siempre es primitiva. Y viceversa: todo lo primitivo es selva.

Ortega y Gasset
La Rebelión de las masas

“Las rutinas de vida cotidiana son fundamentales aún para las formas más elaboradas de organización social. En el curso de sus actividades diarias, los individuos se encuentran entre ellos en contextos situados de interacción: una interacción con otros que están físicamente co-presentes.”

Anthony Giddens
Conciencia, propio-ser y encuentros sociales


“Budismo es un término occidental que no existe en oriente. El termino usual es Buddhadharma, sánscrito, que se compone de dos términos: Buddha, que quiere decir “asunto, cosa”; juntos quiere decir “el asunto del despertar”, el Camino del Despertar –y “el budismo no es el camino a la felicidad, la felicidad es el camino”, lo que nos llevaría a la idea de la felicidad como modo de vida- y eso puede aprenderse. Los budistas lo aprenden porque quieren “despertar”, pero ello no quiere decir que todos los budistas sean unos “dormidos” sino que todos somos unos dormidos. Estamos dormidos; lo que se vive es como un sueño confuso, desconcertante, contradictorio y cambiante. Nada es de confiar en un sueño, todo muta, se mueve, se contradice. Nada es absoluto, todo es relativo. Todo puede perderse y, de hecho, se pierde, por lo tanto todo es padecimiento. El budismo llevaría a despertar del sueño de las angustias y los padecimientos.”

Juan José Bustamante
Ser budista

La necesidad de un profundo cambio humano no sólo es una demanda ética o religiosa, ni sólo una demanda psicológica que impone la naturaleza patógena de nuestro actual carácter social, sino que también es una condición para que sobreviva la especie humana. Vivir correctamente ya no es sólo una demanda
ética o religiosa. Por primera vez en la historia, la supervivencia física de la especie humana depende de un cambio radical del corazón humano. Sin embargo, esto sólo será posible hasta el grado en que ocurran grandes cambios sociales y económicos que le den al corazón humano la oportunidad de cambiar y el valor y la visión para lograrlo.

Nuestra comprensión de la cualidad de conocer en el modo de existencia de ser puede ampliarse con los pensamientos de Buda, de los profetas hebreos, de Jesucristo, del Maestro Eckhart, de Sigmund Freud, de Karl Marx. Según su punto de vista, el conocimiento empieza con la conciencia del engaño de lo que
perciben nuestros sentidos en el sentido de que nuestro panorama de la realidad física no corresponde a lo que "realmente es" y, principalmente, en el sentido de que la mayoría de la gente está semidespierta, semidormido, y no advierte que la mayor parte de lo que cree verdadero y evidente es una ilusión
producida por la influencia sugestiva del mundo social en que vive. Así pues, el conocimiento empieza con la destrucción de las ilusiones, con la desilusión. El modo de ser tiene como requisitos previos la independencia, la libertad y la presencia de la razón crítica. Su característica fundamental es estar activo, y no en el sentido de una actividad exterior, de estar ocupado, sino de una actividad interior, el uso productivo de nuestras facultades, el talento, y la riqueza de los dones que tienen (aunque en varios grados) todos los seres humanos. Esto significa renovarse, crecer, fluir, amar, trascender la prisión del ego aislado, estar activamente interesado, dar. Sin embargo, ninguna de estas
experiencias puede expresarse plenamente con palabras. Éstas son recipientes que se llenan con la experiencia que se derrama de los recipientes. Las palabras señalan una experiencia, pero no son la experiencia. En el momento en que expreso lo que siento, exclusivamente con el pensamiento y las palabras, la experiencia desaparece, se seca, muere, es sólo una idea. Por ello ser constituye algo que no puede describirse con palabras, y sólo es comunicable si alguien comparte mi experiencia. En la estructura de tener, dominan las palabras muertas; en la estructura de ser, domina la experiencia viva e inexpresable. (Desde luego, en el modo de ser también hay un pensamiento vital y productivo.)
De los pensadores contemporáneos, ninguno ha percibido el carácter pasivo de la actividad moderna tan profundamente como Albert Schweitzer, quien, en su estudio sobre la decadencia y la restauración de la civilización, consideró al Hombre moderno como un ser sometido, incompleto, disperso, patológicamente dependiente y "absolutamente pasivo".

TENER Y SER
Erich Fromm

Para el Zen la obra de arte no es una representación de la naturaleza porque proviene de ella misma, como una disciplina espontánea, un accidente controlado.

El Zen el arte

2. Contenido:
FORMAS BÁSICAS: POTENCIALIDAD DE LOS OBJETOS PARA SUGERIR FORMAS Y CONCEPTOS

La escultura clásica en sus aspectos formales respondía a unas reglas concretas que, desde sus orígenes, se expresan a través de la representación pitagórica de los cánones, entronizando la figura humana como “metron” del universo. Las reglas que respetaban los escultores clasicistas no eran simples conjuntos de medidas necesarias para conseguir resultados armoniosos sino que respondían a ideas de índole filosófica. (…) Estos conjuntos de normas, más o menos explícitas, van a dotar a la escultura clásica de un aspecto formal y una presencia física muy determinada. (…) Pero no sería prudente definir el arte escultórico sólo a través de estas cuatro caracteristicas que nos ayudan a definir la escultura de forma parcial, ya que entre las cuatro configuran otra cualidad de orden superior que hace de las esculturas obras inconfundibles, a esta cualidad la vamos a denominar “presencia física”. La presencia de la escultura tiene tal poder que ha reclamado para su ubicación los lugares más significativos en los edificios y en la ciudad. (…)

La escultura, con cualidades que configuran su “presencia física”, es capaz de dotar de significado al lugar y se convierte en hito. De esta manera la escultura, y cierto tipo de construcciones arquitectónicas que pretenden algunas de las cualidades escultóricas, como las puertas de las ciudades, se convierten en monumentos. (…)

En todas las culturas el gesto ha sido el mismo, colocar en posición vertical una o varias piedras que sirven de hito en un lugar dotándole de un carácter y una significación determinadas y diferenciadoras cuyo objeto puede sacralizar el lugar, como sucede en el caso de Stonehenge y Averbury, o simplemente dignificarlo, como es el caso de los monolitos o las estatuas que se ubican en las plazas de las ciudades, erigidas como ofrendas o signos de pertenencia a un determinado personaje político o religioso. En cualquier caso, en todas estas manifestaciones se halla latente la idea de conmemoración que ha definido al monumento. (…)

Todo arte tiene que ver con la forma, desde la literatura y la música hasta la arquitectura o la pintura, pero, el trabajo de los escultores, más que cualquiera de los de los otros artistas, ha consistido de dar forma a la materia a través de unos procedimientos específicos, como cincelar, modelar, tallar, trepanar, pulir, etc. Estos trabajos convertían una piedra informe o una pasta amorfa en una figura con unos contornos precisos y definidos.
La pretendida negación de la forma concreta que algunas de las vanguardias de la modernidad han defendido ha ayudado a relegar a un segundo plano estos oficios tradicionales para valorar, por lo novedosa, otra actitud que se enfrenta al concepto de “formar”, la de “construir”. Construir va a ser la nueva tarea de la escultura de estos últimos años. La acción de construir va a desarrollar nuevos procedimientos escultóricos, como armar, ensamblar, fabricar o edificar. (YO AÑADIRÍA: despertar el pensamiento)

Javier Maderuelo
La pérdida del pedestal


Produciendo una emoción, o incitando un pensamiento, la comunicación artística desborda los límites de la razón. Aquí reside, a mi entender, la especificidad del hecho artístico, precisamente en su carácter no racionalizable y, por supuesto, no verbalizable. Si la obra de arte tuviera traducción al lenguaje escrito, habría perdido, desde este momento, todo su sentido de ser. Cuando digo que la obra, además de emocionar al espectador, puede desencadenar un pensamiento, me refiero a que en ella pueden existir elementos que estimulen la razón, pero aún así, siempre habrá algo que sobre pase la barrera del entendimiento, algo que escape a cualquier intento explicativo o descriptivo.
El insistir en el espectador es importante, pues con ello quiero afirmar que sin su complicidad es impensable el hecho artístico. En sintonía con el pensamiento de Duchamp, considero que autor, obra y espectador, forman los tres vértices de un triángulo comunicativo, sin cuya concurrencia queda anulada la pretensión de arte.

José Luis Gutiérrez Muñoz


El desarrollo de la sensibilidad contemporánea ha ido, en cambio, acentuando poco a poco la aspiración a un tipo de obra de arte que, cada vez más consciente de la posibilidad de diversas “lecturas”, se plantea como estímulo para una libre interpretación orientada sólo en sus rasgos esenciales. (…) La “sugestión” simbolista trata de favorecer no tanto la recepción de un significado concreto cuanto un esquema general de significado, una estela de significados posibles todos igualmente imprecisos e igualmente válidos, según el grado de agudeza, de hipersensibilidad (…)
Esta intención se muestra con mayor claridad en obras de abierta clave simbólica, tal como pueden definirse, por ejemplo, las obras de Kafka; mientras que el alegorismo clásico atribuía a cada figura un referente perfectamente determinado, el simbolismo moderno es un simbolismo “abierto” precisamente porque pretende fundamentalmente ser comunicación de lo indefinido, de lo ambiguo, de lo polivalente. El símbolo de la literatura y de la poesía moderna tiende a sugerir un “campo” de respuestas emotivas y conceptuales, dejando la determinación del “campo” a la sensibilidad del lector.

“Obra Abierta”
Umberto Eco


Formas básicas sugestionan al espectador para que active su conciencia frente a la obra, ella le llevará al espacio y a él mismo.
La inercia de la situación creada por el mismo espectador, al acercarse a la obra, le estimula al desarrollo de conceptos y formas.
La evolución se prevé necesaria y ahora por supervivencia. Una actitud contemplativa y pasiva frente a los sucesos que nos rodean acelera una inercia negativa. La conciencia del espectador frente a la obra debe crecer para una implicación mayor en el diálogo con el ambiente.

“De lo que no se puede hablar, es mejor callar”
Ludwing Wittgenstein
Tratatus Logico-philosophicus


ECO-READY-MADE: CONTEXTUALIZACION Y DESCONTEXTUALIZACION

Duchamp "fuente", 1912: el caso Mutt
"ready-made" algo ya hecho, previamente fabricado
mejor industrial, en menor medida natural
es por la deshumanización de la obra de arte
no posee artisticidad
elegir objetos que no contengan ninguna emoción estética - indiferencia o neutralidad visual
ausencia del buen o mal gusto
argumento literáreo - que cambia con el pensamiento artístico del autor
el objeto descontextualizado es obligado a significar varias cosas a la vez
ELEGIR - no fabricar, construir, crear en el sentido clásico de la palabra sino crear en el sentido postmoderno de la palabra..
“El artista elige, no crea” – ready-made.
“..entre los objetos del universo industrial o natural (en menor medida)”
“Es preciso lograr algo de una indiferencia tal que no provoque ninguna emoción estética. La elección de los ready-made está basada siempre en la indiferencia visual. Al mismo tiempo que en la ausencia total de buen o mal gusto” “Bueno, si Ud. quiere, mi arte sería el de vivir cada segundo, cada respiración es una obra que no se inscribe en ninguna categoría, que no es ni visual ni cerebral. Es una especie de euforia constante”

LIBERTAD PARA EL CREADOR, PARA EL ESPECTADOR Y PARA LA OBRA

“simplemente esparciré grafito en mi papel de dibujo y
haré que las partículas formen líneas y figuras con sólo mirarlas”

Von Wieser
1915 aprox.


3. Historia: EL ANDAR COMO PRÁCTICA ESTÉTICA Ed. GG

paleolítico, caminatas dadaístas, surrealistas y situacionistas, minimal, land art, street art..
Ka: eterno errar.
La piedra, el único material que por ser eterno podía estar contenido en el ka.

Oteiza
Arte antiguo:
1. El arte es expresión, comunicación.
2. El arte parte de cero, de una nada, para renovar es cada época su lenguaje de expresión.
3. La realidad del arte se identificará con la realidad de la Naturaleza.
Arte moderno:
1. El arte no es expresión.
2. La nada es el punto de llegada
3. El arte es incomunicación con la realidad - 1. es testigo de una época, además de ser un reflejo de la sociedad. 2. tiene una función poética que recurre a sí mismo a la estructura original


4. Práctica : El arte es mimesis

“La mimesis es una actitud o disposición de la naturaleza para aproximarse a aquello que es –a lo que no cambia, a lo real-, mediante una acción caracterizada por establecer marcas en el espacio y en el tiempo. Estas marcas son los puntos precisos para construir o, mejor, reconstruir el carácter virtual de lo fijo, necesario y eterno como fases de un movimiento sin fin”

Platón


“La escultura es la esencia de las cosas,
de la Naturaleza y de lo eternamente humano”
Lehmbruck


“The greatest happiness is the contact
between our essence and the eternal essence”
Brancusi





WR1

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